- Este es un departamento pluricultural, casi la mitad de su población es indígena y afro y está dispersa especialmente por zonas rurales. La apuesta de los últimos años es desarrollar procesos educativos que respondan a sus miradas culturales y cosmogonía.
El Ministerio de Educación define la etnoeducación como “la educación que se ofrece a grupos o comunidades que integran la nacionalidad y que poseen una cultura, una lengua, unas tradiciones y unos fueros propios y autóctonos”.
“La estrategia de etnoeducación parte de los principios de autonomía, participación comunitaria, interculturalidad, diversidad lingüística y cohesión social, fundamentada en la territorialidad”, promueve la Unicef.
En Cauca, la comunidad académica está desarrollando tres procesos pedagógicos: el Proyecto Educativo Institucional – PEI, el Proyecto Educativo Comunitario – PEC, y el Proyecto Educativo Afrocolombiano – PEA. “Son tres sectores que le apostamos a una formación escolarizada, pero de acuerdo con nuestros usos y costumbres”, explica Susana Piñacué, especialista en educación étnica, lingüista, licenciada en etnoeducación e indígena nasa.
La lingüista continúa subrayando: “Son unos enfoques en los que el ejercicio de la pedagogía rompe esquemas de las cuatro paredes y se va a la comunidad. Es un trabajo académico y colectivo en conjunto con los procesos y procedimientos que tienen las comunidades indígenas dentro de su espacio familiar y comunitario”.
En el caso de la Normal Superior Enrique Vallejo, que se ubica dentro del resguardo indígena de Cohetando, en el área rural de Páez, la comunidad académica actúa guiada por el PEI, pero incluye las cátedras de nasa yuwe, además de apoyar el proceso de la sede de La Unión en la que se concentra la población afro. “La Normal está haciendo un gran esfuerzo en reorientar esos ejercicios y consideramos que a buena hora llega todo con lo que ya contamos, una infraestructura interesante, una dotación muy importante para los chicos que se sienten empoderados de sus espacios”, agrega Piñacué.
La literatura de los expertos en etnoeducación muestra que la infraestructura educativa adaptada a los distintos enfoques permite que los estudiantes se familiaricen con sus cosmogonías y costumbres. “A través de la inversión en infraestructura y la capacitación de los docentes es posible mejorar la educación étnica en Cauca y ofrecer a los estudiantes una educación inclusiva y de calidad”, resalta Piñacué.
Con la tercera etapa de construcción de la infraestructura educativa de la Normal que entregó el Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa (FFIE) se amplía la capacidad y bienestar, especialmente para los estudiantes de preescolar y básica primaria. De acuerdo con experiencias de la comunidad Nasa, se debe incentivar la formación de docentes en etnoeducación para facilitar la relación del número de etnoeducadores con la cantidad de estudiantes en las escuelas.
“Tras la influencia de la religión católica, que jugó un papel muy preponderante en otras épocas y eso hizo que se marcara la parte de lo moral indígena, finalmente los procesos organizativos de las comunidades han ido reflexionando hasta que ya se han empoderado con un proceso de educación propia, que le permite decir: ¿qué queremos? ¿cómo lo queremos?”, enfatiza Piñacué.
Tierradentro, la zona de influencia de la Enrique Vallejo, es uno de los territorios de mayor importancia antropológica porque junto a San Agustín (Huila) es una de la necrópolis2 más grande del mundo antiguo y alberga el mayor tesoro de monumentos religiosos y esculturas megalíticas de América del Sur. Esta zona fue colonizada por los españoles en 1530 y desde entonces, sólo en las últimas décadas las comunidades se han ido reapropiando de su participación política, la organización territorial, su cosmogonía, las tradiciones y sus procesos educativos.
Precisamente, las inversiones en nueva y mejor infraestructura educativa es una de las respuestas para impulsar los procesos educativos que las comunidades están desarrollando desde sus miradas étnicas y es trabajo de las entidades públicas territoriales y nacionales responder a esa expectativa.
Las obras de infraestructura educativa del FFIE en Cauca
En el departamento, alrededor de 34.050 estudiantes se han venido beneficiando de los 15 colegios nuevos y las 105 instituciones educativas mejoradas con las obras que ha ejecutado el Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa (FFIE).
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La mayor cantidad de estudiantes están en Popayán (7.230), Caldono (2.700) y Timbiquí (2.200). La mayoría de los mejoramientos se han desarrollado en zonas rurales (77), se han construido 19 comedores y cocinas, y 3 residencias escolares para que los estudiantes de las zonas más retiradas puedan acceder al colegio.
Estas obras se han destinado más de 88.000 millones de pesos, provenientes de los presupuestos del Ministerio de Educación Nacional (70%) y de las Secretarías de Educación del Cauca y Popayán, con los que se han intervenido al menos 31.640 metros cuadrados. Las mayores inversiones se realizaron en Villa Rica (15.000 millones), Popayán (14.000) y Corinto (13.000).
El FFIE adelanta gestiones para desarrollar nuevas obras en Cauca, un total de 43 instituciones educativas podrían ser beneficiadas con mejoras de su infraestructura en 2024.
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